Home office ¿Cómo ordenarlo de una vez por todas? [#2]

A veces, para justificarnos decimos frases como “en mi desorden me entiendo” o “yo sé exactamente donde está cada cosa”. Yo creo que es porque nos terminamos a acostumbrando y asumimos como normal ese caos y aprendemos a ignorar el desorden para ponernos a trabajar.

Pero…trabajar en un entorno desordenado o sucio, aunque finalmente lo hagamos, no es sano ni amable con nosotros. ¿Si puedes elegir entre estar en un espacio caótico, o estar en uno armónico y limpio, cuál eliges?

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Creo que la cuestión no está tanto en si somos más o menos capaces de “surfear” el caos sino en hacer que el ambiente que nos rodea juegue a nuestro favor.

Uno de los desafíos de la oficina en casa (estudio o taller) es mantenerla ordenada.

Es difícil que te concentres en una tarea cuando ves montañas de papeles, pendientes, tantos objetos sin sentido sobre la mesa, y no hay espacio para apoyar un mínimo block de notas. Es como si ese espacio lo ocuparan también en tu mente. Esos temas sin resolver, te abruman y reclaman tu atención y no dejan espacio para ideas nuevas o para crear algo nuevo en tu vida.

Cuando hay desorden y gran cantidad de objetos, tu cerebro está ocupado en registrar todo ese ruido visual, y por lo tanto no puede enfocarse en lo que sí quieres o necesitas hacer en ese momento. Eso genera estrés y frustración.

Además, muchas veces solo cuentas con unos minutos para hacer determinada tarea, pero si eso implica despejar el escritorio cada vez, es probable que esa tarea la pospongas y se acumule en la lista mental de temas pendientes.

Seamos conscientes o no, estar en un espacio desordenado nos abruma, incrementa el estrés,  genera desgano y mal humor, nos distrae de lo importante y se evidencia en falta de productividad y creatividad.

Por el contrario, en un escritorio limpio y con cada cosa en su lugar, dan ganas de hacer: planificar proyectos, escribir, estudiar, dibujar, organizar el próximo viaje…

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Para mí el orden no es una simple clasificación y ubicación de objetos, es también la búsqueda de la armonía y el equilibrio de un espacio.

3 beneficios indiscutibles de tener el espacio de trabajo ordenado:

Paz mental

Te habrá pasado de entrar a un lugar (una tienda, una casa o habitación) que se siente muy agradable y donde dan ganas de quedarse. A mí me genera una sensación de que todo está bien, de que es un lugar seguro. Esa vibra es inconfundible. Si te fijas, esos lugares están muy bien ordenados, cada objeto está en su lugar y en armonía entre sí. Ese orden material trae mucha paz mental.

Si este fuera el único beneficio ya me daría por satisfecha, jaja.

Más y mejor tiempo

Cuando cada cosa ocupa su lugar y logras tener los objetos justos y necesarios, resulta directamente en más tiempo para lo que realmente quieres hacer. Porque no pierdes tiempo buscando ni te distraen otras cosas. Lo que sea que hagas, lo harás en menos tiempo. Por lo tanto obtendrás mayor tiempo de calidad para ti y tus afectos.

Mejor concentración

En un espacio ordenado es más difícil distraerse. Se reducen los estímulos de alrededor y podemos enfocarnos en lo importante para nosotros en ese momento.

¿Cómo ordenar de una vez para siempre la oficina en casa?

Te cuento lo que hice yo para lograrlo y me está funcionando. Me basé en el método de Marie Kondo y sumé mi propia experiencia.

 Sigue estos 5 pasos para que ordenar resulte un éxito:

1 – Vaciar por completo el escritorio y los muebles accesorios: sacar todo lo que está sobre la mesa, lo de dentro de los cajones o muebles de almacenamiento. Puedes poner todo en el piso si no hay otra mesa. La idea es que puedas visualizar de una sola vez todo lo que tienes.

2 – Separar lo personal de lo laboral. Esto vale para todo tipo de objetos, libros o papeles. Por alguna extraña razón los papeles son los que más tienden a mezclarse. Este paso es muy importante porque ayudará a que esta división también se manifieste en tu mente y te facilitará al momento de enfocarte en el trabajo.

3 – Clasificar por categoría* antes de empezar a guardar

 – Útiles de oficina. Reúne todos y elige los que realmente usas y te gustan (tijera, sobres, marcadores, clips, lápices, etc.). Arma un kit básico. Si hay algo que nunca usaste o te desagrada, lo regalas o lo donas.

 – Blocks de notas, libretas, cuadernos y todo lo que se le parezca.  Agrúpalos primero y quédate sólo con los que te agradan y usarías. Puedes separar los que están en uso de los nuevos.

Electrónicos. Notebook, mouse, Tablet, impresora, escáner, etc. Igual que para todas las categorías: elige los que realmente uses y estén funcionando.

Elementos decorativos o accesorios. Lámpara, plantas, cuadro o poster, frase motivadora, fotografías enmarcadas, calendario, libros, escultura, pisapapeles, etc.

Personalmente considero esta categoría muy importante porque es la que le da el toque personal a tu lugar de trabajo. Son los objetos que le aportarán calidez a tu espacio. Es fundamental que elijas a conciencia los objetos que te dan alegría. Seguramente pases unas cuantas horas en tu escritorio y quieres estar en un espacio agradable, con tus cosas más lindas rodeándote.

– Papeles. Lo dejo para último porque es el ítem más difícil de clasificar. Haz un esfuerzo por tirar la mayor cantidad posible. Lo ideal es separar los pendientes de los que hay que guardar sí o sí, y almacenar en portapapeles verticales.

*Si tienes más objetos agrega más categorías. Por ejemplo, si tienes muchos libros relativos a tu trabajo los tratas como una categoría en sí misma. En mi caso, sumo las categorías pinturas y pinceles.

4 – Guardar / Ubicar

Una vez revisadas todas las categorías y reducidos sus ítems al mínimo posible, llega el momento elegirles un lugar para cada uno con la máxima sencillez (cosas similares juntas y no apiladas sino en vertical). En el caso de que no tengas otro lugar en la casa para tus papeles personales y sea necesario que estén en tu home office ubícalos separados de los del trabajo, en diferentes estantes o cajones, que sean fácilmente distinguibles.

Pasos para poner todo en su lugar:

1º) Colocar primero los objetos grandes. Situar sobre el escritorio lo necesario, por ejemplo: lámpara, Notebook, etc., debe verse lo más despejado posible. Y ubicar en el mueble auxiliar, otros como impresora, plantas, adornos y libros.

2º) Colgar en la pared cuadros, posters o frases. Ideal que vayan colgados (o en repisas aéreas) así liberan espacio en tu mesa. Si eso no es posible, búscales un lugar sobre la mesa que no incomode para trabajar, o sobre el mueble adyacente.

3º) Poner las cosas más pequeñas que van sobre el escritorio: calendario, reloj, portalápices, block de notas, etc.

4º) Guardar en cajones todo el material de oficina. Y en estantería o mueble auxiliar papeles y libros.

Es muy importante que todos y cada uno de los elementos tengan un lugar propio para asegurar que se mantenga el orden siempre.

5 – Mantener el orden día a día. Al final de cada día tómate unos minutos para volver a poner en su lugar lo que hayas sacado y tirar los papeles que ya no sirven. Tu YO del día siguiente te lo agradecerá : )

El orden es un tema que me apasiona (por no decir obsesiona), así que probablemente escriba más sobre él en otra oportunidad.

 

¡Hasta el próximo jueves!

Valentina